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Arte de IA por más de un millón de dólares: ¿es el futuro del mundo del arte?

Algunas historias parecen del futuro, pero están aquí y ahora. Una IA pinta un retrato de Alan Turing -el famoso descifrador de códigos de la Segunda Guerra Mundial- y este retrato se vende en una subasta por la increíble cifra de 1,084 millones de dólares. Si ahora estás enarcando las cejas, no eres el único. La casa de subastas Sotheby’s había estimado inicialmente el precio de venta entre 120.000 y 180.000 dólares. Así pues, la IA ha demostrado que también sirve para dar sorpresas en el mercado del arte.

https://www.sothebys.com/en/buy/auction/2024/digital-art-day-auction-2/a-i-god-portrait-of-alan-turing

¿Un retrato de Turing pintado por una IA?

La obra «A.I. God» fue creada por Ai-Da Robot, el primer artista robot humanoide que ha vendido una obra de arte en una subasta. Este artista de la IA utiliza cámaras, brazos robóticos y una buena dosis de aprendizaje automático para crear obras de arte. En este caso, se trataba de un retrato a gran escala de Alan Turing, el padre de la informática y la inteligencia artificial.

El trabajo de Turing ha contribuido a marcar el rumbo de nuestro mundo tecnológico, desde el descifrado de la máquina Enigma hasta el desarrollo de los ordenadores modernos. Irónicamente, ahora es una IA la que está pintando su retrato y sacudiendo la escena artística.

Arte con IA: ¿revolución creativa o fin de la originalidad?

Las discusiones en torno a la subasta de esta obra de arte reflejan un debate mucho más amplio: ¿es el arte de la IA realmente arte? Mucha gente está dividida. Los críticos acusan a la IA de ser simplemente una gran máquina de copiar: analiza obras existentes, aprende de ellas y crea algo nuevo. ¿Es esto realmente creativo? ¿O es sólo el resultado de un pensamiento copiado?

Por otro lado, hay quienes están a favor y ven la IA como una nueva herramienta, como lo fueron en su día la cámara o el pincel. Insisten en que el arte es siempre expresión, y ¿por qué no podría un robot humanoide expresar lo que ha «aprendido»? Quizá la cuestión no sea tanto si esto es arte como si estamos preparados para ampliar nuestra idea de lo que puede ser el arte.

El legado de Turing y la ironía de la historia

Hay algo profundamente poético en el hecho de que el primer cuadro sobre inteligencia artificial que superó el millón de dólares en una subasta fuera, entre otras cosas, un retrato de Alan Turing. Muy adelantado a su tiempo, Turing sentó las bases de la informática moderna y marcó el primer rumbo de lo que hoy conocemos como inteligencia artificial.

Pero también hay cierta ironía. El propio Turing fue marginado y perseguido por la sociedad por la que tanto hizo. Hoy honramos su legado no sólo con el progreso científico, sino también con una obra de arte creada por una máquina que nunca habría existido sin él.

¿Un nuevo mercado, un nuevo dios?

Sotheby’s describió la subasta como «la apertura de una nueva frontera en el mercado mundial del arte». El título de la obra, «A.I. God», parece casi profético. ¿Es éste el futuro del arte? ¿Se convertirán los robots en el nuevo estándar de galerías y casas de subastas en los próximos años? ¿O se quedará todo en una exageración puntual, un signo de nuestro entusiasmo por las nuevas tecnologías que acabará por desvanecerse?

El hecho de que se hicieran 27 pujas por esta obra de arte demuestra que existe una gran demanda de este tipo de obras. Tal vez se abra aquí un nuevo capítulo en la historia del arte, obligándonos a pensar más allá de nuestras ideas de originalidad y creatividad.

Reflexiones finales: ¿el hombre contra la máquina o el hombre con la máquina?

Al final, la cuestión sigue siendo si queremos ver en la máquina un competidor o un aliado. Ai-Da Robot ha cruzado una línea con su pintura, tanto financiera como artísticamente. Pero quizá este debate tenga menos que ver con la máquina en sí y más con nosotros, los humanos. ¿Qué estamos dispuestos a aceptar como arte? ¿Cómo definimos la creatividad en un mundo en el que las máquinas también tienen sus dedos metidos en el pastel?

Quizá Alan Turing siempre lo supo: el futuro no está sólo en la tecnología, sino en nuestra voluntad de cambiar y crecer. El arte de la IA puede ser controvertido, pero nos obliga a repensar, y quizá eso es exactamente lo que el arte debe hacer siempre.

Fuente:

https://www.bbc.com/news/articles/cpqdvz4w45wo

Imagen de Justus Becker

Justus Becker

I have a passion for storytelling. AI enthusiast and addicted to midjourney.
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